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“Desde muy joven mi hijo Habacuc fue un chico visionario e influyente entre sus amistades, a tal punto que muchos de ellos hoy en
día le sirven al Señor. Recuerdo que le decíamos el “ pastorcito” y
otros de sus hijos espirituales le decían y hasta hoy le dicen “papá”.
Con este libro Dios continuará usándolo para transformar vidas y activar nuestra “ FE” de manera que esta prevalezca en medio
de las tormentas y al final del tunel veamos “ La Gloria de Dios”.
Omaira E. Álvarez
“A todos nos gustan las historias donde los protagonistas batallan,
pierden, fracasan y, al final, algo grandioso les sucede. Esa puede
ser tu historia y es la historia que vas a encontrar en este libro.
Conozco la vida de Habacuc, así que te puedo asegurar que te
vas a relacionar con ella desde la tuya. En este libro encontrarás
principios bien prácticos y definidos para llevarte a ese final en
que todo estará bien.
Tómalo como un libro de cabecera, como un texto de consulta, no leas el libro, sumérgete en cada reflexión, haz cada ejercicio
y practica lo que aquí se sugiere.
Queremos verte terminar bien”.
Franklin Limardo
“He conocido al pastor Habacuc, casi desde su llegada a Chile,
por más de tres años. Entre las cosas que siempre me llaman la
atención de él están su sinceridad, la transparencia y el brillo en
sus ojos detrás de su sonrisa. Este brillo de optimismo se debe a
una relación fresca y diaria con Dios. No es un llanero solitario,
sino alguien que busca conectarse y ser vulnerable y, por ello, le
considero un amigo.
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Entre nosotros yo llamo a Habacuc “Lázaro”.
Roger Cunningham